martes, 20 de septiembre de 2011

Manual de kirchnerismo, bolilla 1 - LUIS ALBERTO ROMERO


El programa de una materia de una universidad nacional recién creada expone los insumos clave de la ideología oficial. Es uno de los tantos ejemplos de cómo una institución del Estado es usada por el Gobierno para difundir un mensaje partidista.

El triunfo de Cristina. La aparición de la soja, instrumento de la reacción política de la Sociedad Rural. Dos modelos políticos, como puja de dos intereses de clase. La desaparición física de Néstor Kirchner y el resurgimiento de la conciencia política de la juventud. El kirchnerismo como etapa superior del peronismo.
Este texto corresponde al programa de una materia introductoria en la Universidad Nacional de José C. Paz, recientemente creada. Los insumos del “relato” kirchnerista están expuestos de manera transparente. En primer lugar, una visión conspirativa, que es común al revisionismo histórico. La soja no es un cultivo cuyos beneficios son el pilar del “modelo”, sino una herramienta al servicio de la opresión por la corporación rural.
En otros puntos asoma un marxismo que otrora llamábamos reduccionista o vulgar. Los intereses de clase en puja -que son dos- generan dos modelos políticos, sin mediaciones ni pasos intermedios. Lo mismo podría haber sido dicho en clave nacionalista: patria y antipatria.
También Lenin hace su aporte: así como el imperialismo fue, a fines del siglo XIX, la fase superior del capitalismo, hoy el kirchnerismo culmina y supera al peronismo. Supongo que quienes escribieron esto habrán detenido el símil allí; como es sabido, para Lenin esta superación era sólo una etapa de la inevitable crisis capitalista, cuando la revolución rompiera el eslabón más débil de la cadena.
El “resurgimiento de la conciencia política de la juventud” pertenece a una constelación ideológica más voluntarista y subjetivista. Parece expresar una pobre idea de la juventud, cuya conciencia política sólo despertó con la muerte de Néstor Kirchner. Aquí aparece el elemento místico, que vincula la política con la religión. Es la imagen de quien sacrifica su vida para la salvación de su pueblo, que el cristianismo comparte con otras creencias. Quizás la frase también remita a Maquiavelo. Un gambito, que en ajedrez es el sacrificio de una pieza, para obtener una ventaja posicional. Usualmente hay gambitos de peón, de caballo y hasta de dama. Este podría haber sido uno mucho más arriesgado: el gambito de rey.
Todo resulta de una inocencia conmovedora. Pero es muy serio. No es el dictado de una clase, en el marco de la libertad de cátedra. Se trata de un programa, que es prescriptivo, y de una universidad pública. No es excepcional en estos días. Enunciados similares pueden encontrarse en muchas otras universidades públicas del Gran Buenos Aires, de creación más o menos reciente. Entre ellas hay algunas excelentes, que persiguen elevados objetivos académicos, y otras -como la de este caso- en las que los objetivos académicos y políticos se confunden. En todo el país hay cada vez más rectores que extienden su identidad peronista a su universidad, y suelen combinar los actos académicos con eventos partidarios.
En otro plano, una universidad recientemente creada en el conurbano descarta la denominación lugareña habitual y adopta una más genérica, afín a la sensibilidad peronista: “Universidad Arturo Jauretche”. En lo formal, no conozco otro caso de personalización en la denominación, con excepción quizá de la Universidad del Salvador.
En lo particular, conocí y aprecié a don Arturo y dudo de que este homenaje le hubiera hecho mucha gracia. Siempre fue un outsider, un francotirador. Según me contó, su paso por las aulas universitarias fue rápido y leve, y no dejó ningún recuerdo particularmente valioso. Nadie más lejano que él del pesado y rutinario trabajo académico que cotidianamente realizan profesores y alumnos. He pasado muchas décadas en estos menesteres, y me gustaría que mi institución, la universidad pública, asociara su nombre con quienes participaron de este esfuerzo, frecuentemente gris, pero guiado por valores específicos, que nos son entrañables.
Al final, lo más importante. Una institución del Estado es utilizada por el Gobierno para difundir un mensaje partidista. Se propone un ejercicio de adoctrinamiento militante, por medio de una herramienta estatal. No es el primer caso de este Gobierno, ni tampoco el más llamativo. Pero impresiona, por tratarse de una universidad pública. En el universo peronista, la distinción entre movimiento, Gobierno y Estado nunca fue significativa. Más aún, su confusión no es considerada un problema sino una virtud. Esta práctica era habitual durante el primer gobierno de Perón. Lejos de superar al peronismo, el kirchnerismo vuelve una y otra vez a sus fuentes.

lunes, 19 de septiembre de 2011

Hallan la clave de la cerveza rubia


Trabajo internacional liderado por un argentino / Develan un misterio de 500 años
Hallan la clave de la cerveza rubia
Sería una levadura que crece en los bosques patagónicos y que habría llegado por casualidad a Europa


Una levadura de la Patagonia que llegó por casualidad a Europa en el siglo XV dio origen a la cerveza rubia de fermentación fría, apreciada hoy en todo el mundo.

Un equipo de científicos de Portugal, Estados Unidos y la Argentina, encabezado por Diego Libkind, investigador del Conicet, encontró en nuestros bosques patagónicos este hongo microscópico que resuelve un misterio de casi 500 años: el origen de la levadura responsable de la elaboración de la cerveza tipo l ager, la más consumida en el mundo.

El descubrimiento se publicó ayer en la revista científica Proceedings of the National Academy of Science, y podría permitir desarrollar nuevas estrategias para mejorar levaduras para cerveza y biocombustibles.

Existen miles de especies de levaduras que habitan en casi todos los ambientes naturales. Tienen un papel protagónico en la producción de salsa de soja, como aditivo de alimentos o por su capacidad para producir compuestos antioxidantes y filtros solares, este último también un hallazgo del laboratorio del Instituto de Investigaciones en Biodiversidad y Medioambiente (Inibioma), de Bariloche, precisamente el centro en el que trabaja Diego Libkind.

Sin embargo, según explica, existe una especie de particular importancia por ser la responsable de la fermentación de casi todos los vinos y de muchas cervezas, del levado del pan y de producir el biocombustible etanol: la levadura a le ( Saccharomyces cerevisiae ).

La bebida alcohólica de mayor consumo en el mundo, la cerveza l ager (cualquiera de las industriales que compramos en el supermercado), se produce desde hace más de 500 años. Sin embargo, el origen de la levadura que se utiliza para su fermentación era un misterio? hasta hoy.

La genética molecular ya había demostrado que la levadura l ager era el resultado de la fusión de dos especies de levaduras considerablemente alejadas por su ADN, tanto como el ser humano y la gallina, por ejemplo.

A pesar de que la levadura l ager es uno de los híbridos mejor estudiados por la ciencia, aún se desconocía una de las dos especies que le habían dado origen (son las llamadas especies "parentales"). "Estudios previos habían demostrado que una de las protagonistas de la fusión era la levadura a le y que la otra era la responsable de haber aportado al híbrido las características necesarias para la fermentación a bajas temperaturas, el sello distintivo de la producción l ager", explica Libkind.

INCÓGNITA CENTENARIA

Se necesitó un equipo de científicos de tres continentes, cientos de nuevos aislamientos de levaduras y la última tecnología de secuenciación de ADN para resolver el misterio.

Después de descartar todas las levaduras europeas conocidas, el equipo expandió su búsqueda por el planeta y así descubrió una especie nueva para la ciencia, en los bosques de las frías montañas de la Patagonia argentina, que podía llegar a ser el donante desconocido: Saccharomyces eubayanus . A esta levadura patagónica le "gusta" el frío, y las primeras comparaciones arrojaron resultados promisorios.

La confirmación definitiva llegó cuando se obtuvo la secuencia completa de su genoma (un estudio sin precedente para una levadura argentina) y se comparó su ADN con el de la mitad desconocida de la levadura l ager. De esta forma, los investigadores mostraron cómo la fusión de la levadura a le y la especie patagónica produjo un híbrido tolerante a la baja temperatura.

La levadura híbrida l ager comenzó esencialmente como un matrimonio igualitario entre las dos especies, en el que ambas contribuyeron con un número equivalente de genes (más de 10.000 en total). Ese híbrido luego evolucionó de la mano del ser humano (y de la cerveza) hacia la levadura l ager moderna, que hoy se utiliza en la mayoría de las industrias cerveceras del mundo, y que presentó varios cambios genéticos que modificaron su metabolismo.

"Estos cambios, producto de múltiples ciclos de reutilización y selección de la levadura por parte de los maestros cerveceros, ayudaron al nuevo híbrido a adaptarse al ambiente rico en azúcares de la fermentación y fueron progresivamente generando una mejor cerveza", explica este biólogo recibido en la Universidad Nacional del Comahue. Y agrega: "Los cambios genéticos detectados por el grupo de científicos implican mejoras en la asimilación de maltosa (el azúcar predominante en el mosto) y aumento en la producción de sulfitos naturales estabilizadores de sabor y aroma, lo que contribuye a crear la bebida popular que hoy conocemos".

La posibilidad de identificar cambios evolutivos surgidos durante el proceso de domesticación de la levadura y de tener acceso a la reserva natural hasta hoy desconocida de sus parentales promete contribuir al conocimiento sobre el papel que tuvieron las bebidas fermentadas en la historia y proveerán de nuevas estrategias para el mejoramiento de levaduras para la producción de cerveza y biocombustibles.


DE LA PATAGONIA A BAVARIA


El proceso l ager de producción de cerveza en forma lenta y a baja temperatura comenzó en las cuevas y monasterios de Bavaria aproximadamente al mismo tiempo que se iniciaba el comercio transatlántico.

¿Es posible que la nueva levadura patagónica haya viajado en el barco de Magallanes? No se sabe. Sin embargo, lo seguro es que encontró la manera de arribar al Viejo Mundo, porque, de no haber llegado a las cerveceras de Bavaria, y de no haberse unido con la levadura a le allí presente, a millones de enamorados de la cerveza l ager se les hubiera negado su característica cristalina y su refrescante sabor a malta.

Este estudio que pone fin a un enigma centenario fue realizado por Diego Libkind Frati, investigador del Laboratorio de Microbiología Aplicada y Biotecnología perteneciente al Inibioma, de la Universidad Nacional del Comahue y el Conicet, ubicado en San Carlos de Bariloche. Se realizó junto con investigadores de Portugal (José Paulo Sampaio y colaboradores) y de Estados Unidos (Chris Hittinger y colaboradores).

El Laboratorio de Microbiología Aplicada y Biotecnología estudia las levaduras naturales de la Patagonia desde hace más de quince años, y presta servicios a la industria cervecera regional desde hace más de diez, mediante la preservación de cepas comerciales de levaduras, el control de calidad de cepas, análisis físico-químicos y microbiológicos de aguas, y mediante el asesoramiento sobre buenas prácticas de manufactura, además del desarrollo e innovación de procesos y productos derivados de estos hongos microscópicos unicelulares.

Recientemente, los gobiernos de Neuquén y Río Negro respaldaron un proyecto, que también cuenta a Libkind como colaborador para utilizar esta nueva especie y otras nativas para el desarrollo y aplicación de levaduras para la diversificación productiva de vino, sidra y cerveza mediante fermentaciones a bajas temperaturas.